Miguel de Unamuno una figura escasamente representada en la obra de los Campúa

No son muchas las fotografías de las que se conserva registro en las que Campúa -padre o hijo- retrataran a uno de los grandes literatos y pensadores de la España de principios de siglo XX. Inmortalizado en decenas de ocasiones por los grandes fotógrafos de la época -Alfonso, Díaz Casariego, Combau, Cortés…- no existen, sin embargo, registros representativos de que el Miguel de Unamuno posara para José L. Demaría López o José Demaría Vázquez. Ni siquiera cuando José María Carretero «El Caballero Audaz» le entrevistó para La Esfera en enero de 1924 fue acompañado de Campúa padre quien era su fotógrafo habitual para la sección «Nuestras visitas».

Resulta difícil saber a qué se debe esta ausencia cuando, a buen seguro, Campúa padre y Unamuno -ambos colaboradores de La Esfera– debieron coincidir en diversos actos y más aún cuando en Mundo Gráfico se publicaron en los años treinta numerosas fotografías del pensador bilbaíno tanto en funciones de diputado como nombramientos y

Portada de Mundo Grafico, revista dirigida por Campúa padre, publicada el 3 de octubre de 1934

Portada de Mundo Grafico, revista dirigida por Campúa padre, publicada el 3 de octubre de 1934

actos de homenaje. Cabe destacar la portada que la revista -dirigida en aquel entonces por José L. Demaría López, «Campúa» padre- dedicó a Miguel de Unamuno el 3 de octubre de 1934, con motivo de la jubilación del entonces rector de la Universidad de Salamanca. Con fotografía de Alfonso, el texto editorial de aquella portada reseñaba con patente admiración:

España se ha inclinado en estos días reverentemente ante la figura prócer de don Miguel de Unamuno. Los setenta años gloriosos del gran profesor han podido contemplar cómo las mas altas representaciones de nuestro país han colaborado en este homenaje que han tenido por fondo el dorado y amado paisaje de la tierra salmantina, escenario de los sueños mejores y los mejores trabajos de don Miguel. He aquí a Unamuno- su nombre más allá del tiempo y del espacio, no necesita ya adjetivos– durante la lectura del magistral discurso en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.

Recogemos a continuación, sin embargo, algunas de las escasas ocasiones en las que los Campúa retrataron a Miguel de Unamuno en el desarrollo de su actividad como personaje público de relevancia en la política y las letras en España.

Unamuno retratado por Campúa padre durante un discurso en la Plaza de Toros de Las Ventas en 1917

Unamuno retratado por Campúa padre durante un discurso en la Plaza de Toros de Las Ventas en 1917

La primera de las fotografías de las que se encuentran referencias data del 30 de mayo de 1917 y es, por tanto, de Campúa padre. Apareció en una crónica publicada por Mundo Gráfico bajo el título «Los oradores perorando», sobre un mitin celebrado en la Plaza de Toros de las Ventas en el que intervinieron Alejandro Lerroux, Melquiades Álvarez, Emilio Menéndez Pallarés, Andrés Ovejero y Miguel de Unamuno, entre otros ante un público de 18.000 personas. El pie original de la imagen detallaba:

D. Miguel de Unamuno en el momento de pronunciar uno de los más elevados conceptos de su peroración.

La siguiente fotografía, también de Campúa padre, se publicó con motivo de un homenaje a Benito Pérez Galdós, Mariano de Cavia y Miguel de Unamuno en el Hotel Palace de Madrid. Los tres homenajeados, al igual que Campúa, colaboraban con las distintas publicaciones del grupo Prensa Gráfica y a ellos se rindió reconocimiento desde la intelectualidad madrileña como acto de protesta frente a la censura que habían sufrido sus textos. La crónica, que se publicó en Mundo Gráfico el 16 de octubre de 1918, detallaba:

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Página de Mundo Gráfico publicada el 17 de octubre de 1918 con la crónica del homenaje a Galdós, Cavia y Unamuno

De grandioso, sin temor a hipérbole exagerada, puede calificarse el acto celebrado en el Palace Hotel el domingo 13 de octubre. […] para protestar contra los desmanes de la censura. Más de 500 comensales sentáronse en torno del maestro de la novela española, del maestro de la filosofía española y del insigne periodista, donde se ha simbolizado en estos momentos la libérrima voluntad del pensamiento en España. […] La redacción en pleno de Prensa Gráfica tuvo la alegría de asistir a este acto, que consideramos necesario y esperamos no sea estéril. [Un homenaje que] tuvo la eficacia de colocar a Miguel de Unamuno en el relevante puesto que siempre mereció y que no siempre se le ha concedido.

En esta crónica se publicaron sendos retratos de los tres homenajeados, entre ellos Miguel de Unamuno cuando residía en Madrid en la Residencia de Estudiantes. Esta fotografía realizada por José L. Demaría López, Campúa padre, sería utilizada en sucesivas ocasiones por la editorial Prensa Gráfica. Entre ellas un reportaje sobre el fin del exilio de Unamuno, que se publicó en Nuevo Mundo el 14 de febrero de 1930 y otro en Mundo Gráfico el  1 de agosto de 1934.

 

Retrato de Unamuno realizado por Campúa padre en 1918

Retrato de Unamuno realizado por Campúa padre en 1918 y que sería utilizado en diversas publicaciones de Prensa Gráfica.

Años más tarde sería Campúa hijo quien retrataría a Unamuno, en el marco de una gira de mítines realizada por Niceto Alcalá-Zamora de la que la Mundo Gráfico daba cuenta el 30 de marzo de 1932. La revista hablaba del «Triufal recibimiento hecho por el pueblo de Murcia al presidente de la República Española». A modo de fotonoticia, las páginas relataban la visita oficial de Alcalá zamora, que entró junto al alcalde de Murcia, entre aclamaciones a la ciudad alicantina. Miguel de Unamuno le acompañaría en el balcón del Ayuntamiento, desde donde presenciaron un desfile de banderas.

Reportaje publicado en Mundo gráfico el 30 de marzo de 1932 con fotografías de José Demaría Vázquez "Campúa"

Reportaje publicado en Mundo Gráfico el 30 de marzo de 1932 con fotografías de José Demaría Vázquez «Campúa»

Unamuno junto a Alcala-Zamora retratados por Campua hjo durante un acto en Francia.

Fotografía del reportaje de José Demaría Vázquez, Campúa hijo, en el que Unamuno aparece junto a Alcala-Zamora durante un acto en Murcia.

En aquella época Miguel de Unamuno (Bilbao, 29 de septiembre de 1864 – Salamanca, 31 de diciembre de 1936) era rector de la Universidad salmantina y, además, se había presentado a las elecciones a Cortes y había sido elegido diputado como independiente por la candidatura de la coalición republicano-socialista en Salamanca. En 1933 decidió no optar a la reelección y al año siguiente se jubiló de su actividad docente y fue nombrado Rector vitalicio. Al iniciarse la guerra civil, apoyó inicialmente el alzamiento del bando franquista pero a los pocos meses se retractó de este apoyo y, tras algunos incidentes pasó sus últimos días bajo arresto domiciliario, en un estado, en palabras de Fernando García de Cortázar, de «resignada desolación, desesperación y soledad».

Homenajes a José L. Demaría López, «Campúa» padre

José Demaría López "Campúa" padre © Alfonso Sánchez García (Archivo Fotográfico Alfonso), VEGAP, Madrid, 2014

José Demaría López, «Campúa» padre
© Alfonso Sánchez García (Archivo Fotográfico Alfonso), VEGAP, Madrid, 2014

José Luís Demaría López, «Campúa» padre, fue pionero en el trabajo de reportero gráfico en España. Hombre polifacético, también fue impulsor de la industria del espectáculo tanto en el cine -dirigiendo salas, distribuyendo películas y materiales cinematográficos- como en el teatro, convirtiéndose en empresario de algunas de las compañías de mayor renombre en las décadas de los 20 y los 30.

Por este motivo, José Campúa fue objeto de numerosos homenajes a lo largo de la carrera, tanto del gremio periodístico como del mundo del espectáculo. El primero de estos agasajos del que existen referencias se celebró en octubre de 1909 con motivo de la cobertura que el fotógrafo había realizado en la Guerra de Marruecos. Así lo contaba el diario La Época en su edición del 4 de octubre de 1909, en el breve titulado «En honor de Campúa»:

Ayer fue obsequiado con un banquete íntimo, por sus compañeros de redacción y los empleados todos del popular semanario Nuevo Mundo, el redactor artístico del mismo Sr. Campúa, que tan brillante campaña acaba de realizar en Melilla. Se celebró la fiesta en el restaurant La Huerta. Al final del banquete que presideron el festejado y los Sres. Verdugo y Zavala, director y gerente respectivamente de Nuevo Mundo, se pronunciaron sentidos brindis de justo homenaje al talento y a las dotes excepcionales de actividad y valor que una vez más ha acreditado el señor Campúa. El popular fotógrafo vuelve otra vez a Melilla para continuar su campaña.

Años más tarde Torcuato Luca de Tena recordaría, en un pequeño artículo publicado en La Correspondencia de España el 14 de enero de 1915, hablando sobre Blanco y Negro y Nuevo Mundo, que esta última publicación gozaba de una situación favorable y excepcional que…

«…de nada le habría servido de no haber tenido la fortuna de contar entre sus redactores al fotógrafo Sr. Campúa que, uniendo a sus cualidades excelentes de artista aptitudes periodísticas verdaderamente extraordinarias, realizó la información fotográfica más sugestiva y más interesante que se ha hecho en España y que dudo haya logrado conseguir ningún periódico extranjero. Para nadie puede ser un secreto que, si Nuevo Mundo se veía en aquella época tan solicitado por el público era, en primer término, por las fotografías de Campúa».

Fotonoticia del banquete íntimo en honor a Campúa publicada en Mundo Gráfico el 4 de abril de 1917

Fotonoticia del banquete íntimo en honor a Campúa publicada en Mundo Gráfico el 4 de abril de 1917

El prestigio del reportero crecía y el reconocimiento se hizo mayor al recibir José Campúa la Cruz de Alfonso XII en marzo de 1917, a propuesta del Ministerio de Instrucción Pública. Aquella distinción se festejó con una comida íntima con los compañeros de Prensa Gráfica, pero en aquella cita decidieron que no era suficiente y que era necesario celebrar un banquete mayor y abierto al público. Éste tuvo lugar el jueves 12 de abril de 1917 en el Hotel Palace y las entradas, al precio de quince pesetas, se vendieron en el Círculo de Bellas Artes, el Ateneo, las librerías de Fernando Fe y San Martín y en el propio hotel. Gran parte de la prensa se hizo eco -desde La Época, La AcciónEl Imparcial… y , por supuesto, las publicaciones de la editorial Prensa Gráfica S.L. en la que trabajaba Campúa- y a la fiesta asistieron más de 200 personas, congregadas para homenajear al fotógrafo: «una pequeñísima parte de los admiradores y amigos de Campúa», según relataba el diario El Liberal.

Con Campúa se sentaron a la mesa presidencial Natalio Rivas, Francos Rodríguez, Mariano Benlliure, Virgilio Anguita, José Mª López Mezquita, Julio Romero de Torres, Francisco Verdugo, Mariano Zabala y Félix Lorenzo y Benedicto. Los discursos, al final del banquete, corrieron a cargo de los escritores Felipe Sassone y Federico García Sanchíz, y del secretario del Círculo de Bellas Artes, Mariano Carranceja . También dijeron unas palabras el subsecretario de Instrucción Pública, Natalio Rivas y Fabián Fernández.

Entre las noticias y crónicas publicadas sobre el evento destacan las de La Esfera y Nuevo Mundo, las revistas donde más había trabajado el fotógrafo. En la primera un artículo de Francisco Verdugo, fundador de Prensa Gráfica Española, elogiaba al periodista:

«Campúa rompió lo que podía ser roto y venció cuanto se oponía a su paso y merecía ser vencido. […] La curiosidad pública podía satisfacerse a su placer; las revistas ensanchaban su campo de acción y el nombre de Campúa lograba al mismo tiempo, en la noble profesión de periodista gráfico, una popularidad por nadie superada todavía»

Portada e interior del menú del banquete en honor a José Demaría López "Campúa". Los platos aparecían reseñados en francés al estilo de la época. Las crónicas mencionan que, además, se repartieron habanos por cortesía de Prensa Gráfica Española S.L.

Portada e interior del menú del banquete en honor a José Demaría López «Campúa». Los platos aparecían reseñados en francés al estilo de la época. Las crónicas mencionan que, además, se repartieron habanos por cortesía de Prensa Gráfica Española S.L.

La segunda crónica destacable,  firmada con las iniciales F.G.S. en Nuevo Mundo se tituló «Notas al dorso del menú», haciendo alusión al menú que encontraron los comensales en las mesas con un positivado original de Campúa pegado en cada uno de ellos y firmado por el fotógrafo, como recuerdo de la fiesta y los platos que se degustarían. Con pluma al dorso de ese menú escribía:

«Campúa es el cómplice de las grandezas españolas desde hace veinte años. Y, además, el innovador que dio al periodismo inquietudes y palpitaciones de modernidad. Todavía falta por añadir el merecimiento supremo, la huella de los dioses en el espíritu del triunfador. Nos referimos a su elevada categoría artística y a su genialidad».

Crónicas publicadas en Nuevo Mundo (a la izquierda) y La Esfera (a la derecha) sobre el homenaje a Campúa

Crónicas publicadas en Nuevo Mundo (a la izquierda) y La Esfera (a la derecha) sobre el homenaje a José Demaría López, Campúa padre

Pasarían casi tres décadas hasta que el periodista volviera a recibir un gran homenaje -aunque posiblemente en ese tiempo también fuera objeto de agasajos, pero no de tan gran repercusión. Sería en 1935 con motivo de su nombramiento como socio de honor de la Unión de Informadores Gráficos de Prensa (UIGP). Tal y como señalan Juan Miguel Sánchez Vigil y María Olivera en el libro Fotoperiodismo y república, «la UIGP tuvo especial relevancia al formar parte de la misma profesionales de diferentes ideologías vinculados a publicaciones del amplio espectro político, desde las más conservadoras hasta las anarquistas. Por otra parte consiguió representación ante las instituciones oficiales y fue lugar de encuentro y debate de sus problemas».  José Demaría Vázquez, «Campúa» hijo, acreditado por la Agencia Actualidades-Noticiario Cine, ocuparía unos meses más tarde el cargo de presidente de la UIGP hasta el estallido de la guerra civil.

Pero meses antes, el 20 de mayo de 1935 los reporteros, unidos, reconocían así al que fuera pionero y maestro en el manejo de la máquina fotográfica y el ministro de Trabajo, entonces Federico Salmón, le entregó a Campúa un pergamino con las firmas de todos sus compañeros.

La crónica del diario La Libertad relataba la crónica de la fiesta y cómo el presidente de la Asociación de la Prensa, don Alfonso R. Santa María…

«…hizo un cálido elogio de Campúa y de su labor periodística y puso de manifiesto la devoción de Campúa por el periodismo, del que no se ha apartado aún teniendo otros medios de vida«.

Campúa era entonces director de la revista mensual ilustrada Mundo Gráfico, cargo que ocupó hasta enero de 1936. Posiblemente nadie podía imaginar entonces que este amigo y profesional reconocido por todos, «hombre no político» -como se le ha definido posteriormente-, fallecería asesinado al año siguiente, tras ser detenido y llevado a la cheka de Fomento.

Fotonoticia publicada en la revista Crónica el 26 de mayo de 1935 dando cuenta del homenaje a Campúa y del posterior cocktail ofrecido por Perico Chicote

Fotonoticia publicada en la revista Crónica el 26 de mayo de 1935 dando cuenta del homenaje a Campúa y del posterior cocktail ofrecido por Perico Chicote

 

La estancia en Suiza de Pepe Campúa

Cuando José Demaría Vázquez «Campúa» estaba en la veintena, su salud era muy frágil. Extremadamente delgado y con tendencia a padecer problemas pulmonares -a lo largo de su vida sufrió una treintena de pulmonías-, los viajes y las condiciones extremas en los que realizó algunos de sus primeros reportajes, se hacían sentir en su estado físico. Tal y como escribe el periodista Marino Gómez-Santos en una entrevista con el fotógrafo publicada en Diario Pueblo el 19 de junio de 1963 al recordar el viaje a Las Hurdes que realizó en junio de 1922:

El viaje a Las Hurdes, acompañando a don Alfonso XIII y su séquito, pudo costarle la vida a José Campúa, porque por aquellas fechas ya había padecido dos pulmonías de las que había salido con dificultad. […] La fatiga de aquella expedición con jornadas larguísimas a caballo, bajo el sol abrasante de Extremadura, le dejó extenuado. Entonces se fue a un sanatorio en Suiza, donde estuvo un año y medio.

Justo antes, además, había estado en la guerra de Marruecos y, paralelamente, había trabajado de forma intensa como reportero en Madrid. «Pajarito», como le llamaba Alfonso XIII, no llegaba entonces apenas a los 40 kilos de peso y necesitó una cura de reposo.

«Mi padre hizo el hombre un sacrificio. A los tres o cuatro meses llegó Justito Sanjurjo -hijo del general-, que en una de sus escapadas a Madrid compró un décimo de lotería y nos tocaron 750.000 pesetas».

De aquella época se conserva este retrato que Pepe Campúa se hizo en la ciudad de Davos junto a una patinadora y que fue publicado en la revista Mundo Gráfico el 21 de febrero de 1923.

El pie original de la foto, publicada en Mundo Gráfico, señalaba: "Nuestro compañero Pepe Campúa, patinando sobre la nieve en Davos con una linda deportista"

El pie original de la foto, publicada en Mundo Gráfico, señalaba: «Nuestro compañero Pepe Campúa, patinando sobre la nieve en Davos con una linda deportista»

En esa revista también se publicó un amplio reportaje sobre los deportes de invierno, que el fotógrafo realizó durante su estancia en Suiza ya que, pese a estar recuperándose, siguió trabajando como periodista enviando colaboraciones ocasionales desde dicho país tanto a Mundo Gráfico como a La Esfera y a Nuevo Mundo.

En la galería siguiente recogemos, con sus pies originales, las imágenes del reportaje publicado por Mundo Gráfico aquel 21 de febrero de 1923:

Analizando las fotografías e informaciones publicadas en la prensa gráfica de la época parece, sin embargo, que la estancia de Pepe Campúa en Suiza no fue tan larga como relataba la crónica de Marino Gómez-Santos. De hecho, en Mundo Gráfico el 27 de junio de 1923 -cuatro meses después de las fotografías anteriores- se daba noticia de su recuperación y regreso a Madrid en la sección «Retratos de la semana».

Noticia de la recuperación de la salud de Pepe Campúa y su vuelta a Madrid, publicada en Mundo Gráfico el 27 de junio de 1923

Noticia de la recuperación de la salud de Pepe Campúa y su vuelta a Madrid, publicada con una fotografía de Cortés en Mundo Gráfico el 27 de junio de 1923. El pie original da la noticia:
«PEPITO CAMPÚA. Hijo de nuestro director, colaborador gráfico de Prensa Gráfica, que ha regresado de Suiza repuesto totalmente de su dolencia y que de nuevo embellecerá las páginas de estas publicaciones con sus interesantísimos trabajos fotográficos.