Pepe Campúa y su relación con la familia Sorolla

Campúa padre, José L. Demaría López, coincidió a menudo con el pintor Joaquín Sorolla en el ambiente cultural de la época. De hecho le retrató en alguna ocasión, como la fotografía del maestro valenciano pintando al Rey Alfonso XIII en La Granja (1907), que se conserva en la colección del Museo Sorolla con el nº de inventario 80076.

Campua padre retrató en 1907 a Sorolla mientras retrataba a Alfonso XIII con uniforme de húsar. A la izquierda el cuadro de Sorolla y a la derecha la fotografía de José L. Demaría López "Campúa"

Campua padre retrató en 1907 a Sorolla mientras retrataba a Alfonso XIII con uniforme de húsar.
A la izquierda el cuadro de Sorolla y a la derecha la fotografía de José L. Demaría López «Campúa»

Sin embargo, la relación más estrecha fue la que mantuvo Campúa hijo con el pintor y su familia. Pepe Campúa era amigo de Joaquín Sorolla hijo, Joaquinito, pero el encuentro se produce más tarde cuando el fotógrafo apenas llegaba a los 20 años. Así lo narraba el propio reportero gráfico en el artículo «Campúa cuenta su vida» de Marino Gómez Santos, publicado en el diario Pueblo el 18 de junio de 1963:

Bueno, es que yo quise ser pintor. Esa es otra historia. Yo era amigo de su hijo Joaquinito, y cuando vino la artista Esperanza Iris a Madrid, que era muy amiga de la familia Sorolla, fui a hacerle a esta artista un reportaje al teatro de la Zarzuela y allí me presentaron al maestro. «A mí me gusta mucho la pintura y me agradaría ser pintor», le dije. Entonces, ni corto ni perezoso, le tracé unas líneas en un papel. «Bueno, bueno, vete a casa y ya veremos, che», me dijo don Joaquín.

Campúa frecuentó el estudio de Sorolla y allí comenzó sus experiencias, pero pronto se dio cuenta de que con los pinceles nunca haría carrera y desistió.
– Don Joaquín me apreciaba mucho, yo estaba allí todos los días, me quedaba, incluso, a comer, porque me quería mucho, pero un día recomendó: «Mira, Pepito, tú sigues con la fotografía; trae, si quieres, a las artistas, y aprovechas el jardín para hacer tus retratos, si quieres». A Campúa el consejo le pareció muy acertado, y así lo hizo.

Por tanto, la breve trayectoria de Pepe Campúa en el ámbito de la pintura se llevó a cabo en el estudio de Sorolla padre, no en el de Sorolla hijo como se ha mencionado en ocasiones sin citar una fuente documental. Y así, a principios de los años 20 el fotógrafo frecuentó el estudio del pintor y en él realizó reportajes con actores y actrices de la época como el de «La eterna comedieta: Colombina y Arlequín», publicado en La Esfera el 19 de junio de 1920.

Campúa haría una de las últimas fotografías del pintor, junto a su mujer Clotilde, cuando la enfermedad de Sorolla ya estaba muy avanzada. Esta fotografía se publicó en el nº 615 de Mundo Gráfico, pocos días después de la desaparición del artista.

El pie de foto original de Mundo Gráfico decía: El ilustre pintor D. Joaquín Sorolla, con su esposa, en su hotelito de Cercedilla, pocos días antes de su fallecimiento ocurrido el día 10 del actual.

El pie de foto original de Mundo Gráfico decía: El ilustre pintor D. Joaquín Sorolla, con su esposa, en su hotelito de Cercedilla, pocos días antes de su fallecimiento ocurrido el día 10 del actual.

Y Campúa también retrató unas escenas del cortejo fúnebre del artista valenciano, del que él mismo formó parte cargando el ataúd de su admirado amigo, durante un fragmento del trayecto al entierro de su cuerpo en Valencia.

Positivado de época de una foto anónima en la que aparece Pepe Campúa -el segundo a la izquierda- cargando con el féretro de su amigo y maestro, el pintor Joaquín Sorolla.

Positivado de época de una foto anónima en la que aparece Pepe Campúa -el segundo a la izquierda- cargando con el féretro de su amigo y maestro, el pintor Joaquín Sorolla.

Fotografía de Pepe Campúa publicada en Mundo Gráfico de la comitiva fúnebre de Sorolla a su llegada a Valencia. El pie original dice: "El pueblo valenciano acompañando en imponente manifestación de duelo el cadáver del gran artista al llegar a la capital para ser entregado en el panteón de la familia. Momento de pasar la comitiva por la calle que tiene el nombre del ilustre pintor.

Fotografía de Pepe Campúa publicada en Mundo Gráfico de la comitiva fúnebre de Sorolla a su llegada a Valencia.
El pie original dice: «El pueblo valenciano acompañando en imponente manifestación de duelo el cadáver del gran artista al llegar a la capital para ser entregado en el panteón de la familia. Momento de pasar la comitiva por la calle que tiene el nombre del ilustre pintor.

La relación entre ambas familias siguió, Joaquín Sorolla hijo fue testigo en la boda del fotógrafo y estuvieron muy unidos. Tal y como sigue relatando Campúa en la entrevista de Marino Gómez Santos:

Entonces siguió su amistad con el hijo del pintor, y con él hizo su primer viaje a los Estados Unidos, cuando se colocó la obra de Sorolla en la Hispanic Society, de  Nueva York.

– Le ayudé con la colocación de los cuadros y de los retratos del doctor Marañón, Baroja, Concha Espina… Luego, cuando fui en viaje oficial con Martín Artajo, volví a ver aquellos magníficos cuadros, cuya colocación es obra mía, y me alegré íntimamente.

Fruto de esta amistad destaca el retrato a carboncillo atribuido al hijo de Joaquín Sorolla que Pepe Campúa conservó durante décadas colgado en la pared de su estudio y con el que concluimos este artículo, que por su contenido de peso en la vida del fotógrafo incluimos tanto en la categoría de «Biografía» como en la de «Campúa visto por otros».

Reproducción de un retrato a carboncillo de José Demaría Vázquez "Campúa" atribuido al hijo de Joaquín Sorolla.

Reproducción de un retrato a carboncillo de José Demaría Vázquez «Campúa» atribuido al hijo de Joaquín Sorolla.