
José Demaría López, «Campúa» padre
© Alfonso Sánchez García (Archivo Fotográfico Alfonso), VEGAP, Madrid, 2014
José Luís Demaría López, «Campúa» padre, fue pionero en el trabajo de reportero gráfico en España. Hombre polifacético, también fue impulsor de la industria del espectáculo tanto en el cine -dirigiendo salas, distribuyendo películas y materiales cinematográficos- como en el teatro, convirtiéndose en empresario de algunas de las compañías de mayor renombre en las décadas de los 20 y los 30.
Por este motivo, José Campúa fue objeto de numerosos homenajes a lo largo de la carrera, tanto del gremio periodístico como del mundo del espectáculo. El primero de estos agasajos del que existen referencias se celebró en octubre de 1909 con motivo de la cobertura que el fotógrafo había realizado en la Guerra de Marruecos. Así lo contaba el diario La Época en su edición del 4 de octubre de 1909, en el breve titulado «En honor de Campúa»:
Ayer fue obsequiado con un banquete íntimo, por sus compañeros de redacción y los empleados todos del popular semanario Nuevo Mundo, el redactor artístico del mismo Sr. Campúa, que tan brillante campaña acaba de realizar en Melilla. Se celebró la fiesta en el restaurant La Huerta. Al final del banquete que presideron el festejado y los Sres. Verdugo y Zavala, director y gerente respectivamente de Nuevo Mundo, se pronunciaron sentidos brindis de justo homenaje al talento y a las dotes excepcionales de actividad y valor que una vez más ha acreditado el señor Campúa. El popular fotógrafo vuelve otra vez a Melilla para continuar su campaña.
Años más tarde Torcuato Luca de Tena recordaría, en un pequeño artículo publicado en La Correspondencia de España el 14 de enero de 1915, hablando sobre Blanco y Negro y Nuevo Mundo, que esta última publicación gozaba de una situación favorable y excepcional que…
«…de nada le habría servido de no haber tenido la fortuna de contar entre sus redactores al fotógrafo Sr. Campúa que, uniendo a sus cualidades excelentes de artista aptitudes periodísticas verdaderamente extraordinarias, realizó la información fotográfica más sugestiva y más interesante que se ha hecho en España y que dudo haya logrado conseguir ningún periódico extranjero. Para nadie puede ser un secreto que, si Nuevo Mundo se veía en aquella época tan solicitado por el público era, en primer término, por las fotografías de Campúa».

Fotonoticia del banquete íntimo en honor a Campúa publicada en Mundo Gráfico el 4 de abril de 1917
El prestigio del reportero crecía y el reconocimiento se hizo mayor al recibir José Campúa la Cruz de Alfonso XII en marzo de 1917, a propuesta del Ministerio de Instrucción Pública. Aquella distinción se festejó con una comida íntima con los compañeros de Prensa Gráfica, pero en aquella cita decidieron que no era suficiente y que era necesario celebrar un banquete mayor y abierto al público. Éste tuvo lugar el jueves 12 de abril de 1917 en el Hotel Palace y las entradas, al precio de quince pesetas, se vendieron en el Círculo de Bellas Artes, el Ateneo, las librerías de Fernando Fe y San Martín y en el propio hotel. Gran parte de la prensa se hizo eco -desde La Época, La Acción, El Imparcial… y , por supuesto, las publicaciones de la editorial Prensa Gráfica S.L. en la que trabajaba Campúa- y a la fiesta asistieron más de 200 personas, congregadas para homenajear al fotógrafo: «una pequeñísima parte de los admiradores y amigos de Campúa», según relataba el diario El Liberal.
Con Campúa se sentaron a la mesa presidencial Natalio Rivas, Francos Rodríguez, Mariano Benlliure, Virgilio Anguita, José Mª López Mezquita, Julio Romero de Torres, Francisco Verdugo, Mariano Zabala y Félix Lorenzo y Benedicto. Los discursos, al final del banquete, corrieron a cargo de los escritores Felipe Sassone y Federico García Sanchíz, y del secretario del Círculo de Bellas Artes, Mariano Carranceja . También dijeron unas palabras el subsecretario de Instrucción Pública, Natalio Rivas y Fabián Fernández.
Entre las noticias y crónicas publicadas sobre el evento destacan las de La Esfera y Nuevo Mundo, las revistas donde más había trabajado el fotógrafo. En la primera un artículo de Francisco Verdugo, fundador de Prensa Gráfica Española, elogiaba al periodista:
«Campúa rompió lo que podía ser roto y venció cuanto se oponía a su paso y merecía ser vencido. […] La curiosidad pública podía satisfacerse a su placer; las revistas ensanchaban su campo de acción y el nombre de Campúa lograba al mismo tiempo, en la noble profesión de periodista gráfico, una popularidad por nadie superada todavía»

Portada e interior del menú del banquete en honor a José Demaría López «Campúa». Los platos aparecían reseñados en francés al estilo de la época. Las crónicas mencionan que, además, se repartieron habanos por cortesía de Prensa Gráfica Española S.L.
La segunda crónica destacable, firmada con las iniciales F.G.S. en Nuevo Mundo se tituló «Notas al dorso del menú», haciendo alusión al menú que encontraron los comensales en las mesas con un positivado original de Campúa pegado en cada uno de ellos y firmado por el fotógrafo, como recuerdo de la fiesta y los platos que se degustarían. Con pluma al dorso de ese menú escribía:
«Campúa es el cómplice de las grandezas españolas desde hace veinte años. Y, además, el innovador que dio al periodismo inquietudes y palpitaciones de modernidad. Todavía falta por añadir el merecimiento supremo, la huella de los dioses en el espíritu del triunfador. Nos referimos a su elevada categoría artística y a su genialidad».

Crónicas publicadas en Nuevo Mundo (a la izquierda) y La Esfera (a la derecha) sobre el homenaje a José Demaría López, Campúa padre
Pasarían casi tres décadas hasta que el periodista volviera a recibir un gran homenaje -aunque posiblemente en ese tiempo también fuera objeto de agasajos, pero no de tan gran repercusión. Sería en 1935 con motivo de su nombramiento como socio de honor de la Unión de Informadores Gráficos de Prensa (UIGP). Tal y como señalan Juan Miguel Sánchez Vigil y María Olivera en el libro Fotoperiodismo y república, «la UIGP tuvo especial relevancia al formar parte de la misma profesionales de diferentes ideologías vinculados a publicaciones del amplio espectro político, desde las más conservadoras hasta las anarquistas. Por otra parte consiguió representación ante las instituciones oficiales y fue lugar de encuentro y debate de sus problemas». José Demaría Vázquez, «Campúa» hijo, acreditado por la Agencia Actualidades-Noticiario Cine, ocuparía unos meses más tarde el cargo de presidente de la UIGP hasta el estallido de la guerra civil.
Pero meses antes, el 20 de mayo de 1935 los reporteros, unidos, reconocían así al que fuera pionero y maestro en el manejo de la máquina fotográfica y el ministro de Trabajo, entonces Federico Salmón, le entregó a Campúa un pergamino con las firmas de todos sus compañeros.
Discurso del Ministro de Trabajo, Federico Salmón, en el homenaje a José Demaría López, Campúa padre, celebrado el 20 de mayo de 1935 en el salón de actos de la Asociación de la prensa.© Alfonso Sánchez Portela (Archivo Fotográfico Alfonso), VEGAP, Madrid, 2014.
Un instante del homenaje a José Demaría López, Campúa padre, celebrado el 20 de mayo de 1935 en el salón de actos de la Asociación de la prensa © Alfonso Sánchez Portela (Archivo Fotográfico Alfonso), VEGAP, Madrid, 2014.
La crónica del diario La Libertad relataba la crónica de la fiesta y cómo el presidente de la Asociación de la Prensa, don Alfonso R. Santa María…
«…hizo un cálido elogio de Campúa y de su labor periodística y puso de manifiesto la devoción de Campúa por el periodismo, del que no se ha apartado aún teniendo otros medios de vida«.
Campúa era entonces director de la revista mensual ilustrada Mundo Gráfico, cargo que ocupó hasta enero de 1936. Posiblemente nadie podía imaginar entonces que este amigo y profesional reconocido por todos, «hombre no político» -como se le ha definido posteriormente-, fallecería asesinado al año siguiente, tras ser detenido y llevado a la cheka de Fomento.

Fotonoticia publicada en la revista Crónica el 26 de mayo de 1935 dando cuenta del homenaje a Campúa y del posterior cocktail ofrecido por Perico Chicote