Campúa visto por la pintora Magda Andrade

Retomamos esta sección del blog, «Campúa visto por otros», que hace tiempo que no actualizábamos para sacar a la luz un retrato de José Demaría Vázquez «Campúa» realizado por una pintora olvidada en el panorama latinoamericano del arte contemporáneo: Magda Andrade.

José Demaría Vázquez "Campúa" retratado por la pintora Magda Andrade

José Demaría Vázquez «Campúa» retratado por la pintora Magda Andrade

De origen venezolano, Magdalena Schlottman Andrade (1900), inicia sus estudios en la ciudad de Osnabruch (Alemania) en el Convento de Las Ursulinas, para posteriormente ser trasladada a Berlín en el mismo instituto. Tiempo después su padre Gustavo Schlottman es nombrado Cónsul General de Venezuela en Buenos Aires, lugar donde la futura artista permanece hasta 1931 dedicada a los estudios de pintura. Allí inicia sus clases con el profesor Max Orcikowsky, para frecuentar más tarde la escuela de Arte Libre.

Regresa a su patria siendo una adolescente y es entonces cuando sus obras tienen aceptación en el panorama artístico de la capital de Venezuela. El antiguo Ateneo de Caracas organizó una exposición con obras de pintoras venezolanas, entre ellas Magda Andrade y algunas de las escasas mujeres artistas que entonces habían podido alcanzar renombre.

Gracias a uno de sus cuadros es becada por el gobierno de Venezuela en diciembre de 1933 y emprende su viaje a París, donde guiará sus estudios el pintor André Lothe. Cuatro años más tarde es instruida por Othon Friesz y Marcel Gromaire, quienes ejercieron gran influencia en la pintora. Llegó a convertirse en la primera mujer que expuso sus obras en la exigente galería Wildenstein de Nueva York. Pero ella no quería ser «imitadora de la legión de pintores que acuden a la ciudad luz» y fue adquiriendo un estilo personal. Desde entonces se dedicó fundamentalmente a realizar retratos, como este de Campúa que le entregó el 1 de diciembre de 1952 tal y como atestiguan estas fotos del archivo personal de José Demaría Vázquez.

Un año antes la pintora había realizado una exposición en Madrid, en los salones Ana de Pombo, situados en la calle Claudio Coello con retratos realizados en España. En aquella época La Vanguardia dio noticia de la inauguración en su edición del 4 de diciembre de 1951:

La producción que exhibe la pintora venezolana Magda Andrade no es -como la mayoría de las veces que se anuncia el nombre de una mujer esperan los críticos- el resultado de un mero pasatiempo femenino […] sino la sincera expresión de una vocación artística cumplida con honestidad, gracia y arte.

El retrato de Campúa guarda el estilo colorista de la pintora y en él el fotógrafo aparece con su cámara de fotos Rolleiflex, una de las que más frecuentemente utilizaba en sus reportajes, en la mano derecha. La pose recuerda a otro óleo, un retrato de José Luis Demaría López, Campúa padre realizado a principios del siglo XX, pero con un estilo mucho más moderno y colorista. El retrato se conservó durante décadas como parte de la decoración del estudio de Campúa en Bárbara de Braganza, colgado en el salón en el que recibía a sus clientes como puede verse en la siguiente fotografía.

Salón del estudio de Campúa en Bárbara de Braganza

Salón del estudio de Campúa en Bárbara de Braganza, con el cuadro de Magda Andrade colgado al fondo de la imagen.