El Madrid de Campúa (XI): Las fiestas de San Isidro

Siempre pendiente de la actualidad de las calles de Madrid, José Demaría Vázquez «Campúa» realizó varios reportajes de las fiestas de San Isidro, en especial en los años de postguerra. Uno de los primeros registros que se conserva es de 1950, realizado muy probablemente para el diario Informaciones.

Aquel año Pepe Campúa retrató tanto la procesión como la ofrenda al patrón de Madrid que tuvo lugar el 15 de mayo, así como el pregón previo que se leyó una semana antes, el 7 de mayo y con el que dieron inicio las fiestas. En la procesión participaron varias autoridades de la época, como el ministro de Agricultura, Carlos Rein y varios cargos del Ayuntamiento, así como miembros de las Asociaciones de Ganaderos y Labradores y una escuadra de la Guardia Civil. La ceremonia estuvo presidida por el patriarca de las Indias Occidentales y el entonces obispo de la diócesis de Madrid-Alcalá, Monseñor Eijo Garay.

Recorte realizado sobre el contacto fotográfico para seleccionar la parte de la fotografía que sería publicada.

Recorte realizado sobre el contacto fotográfico para seleccionar la parte de la fotografía que sería publicada con el entonces obispo de la diócesis de Madrid-Alcalá, Monseñor Eijo Garay.

Nota informativa firmada por Víctor Babot con la previsión del recorrido de la procesión de San Isidro

Nota informativa firmada por Víctor Babot con la previsión del recorrido de la procesión de San Isidro

Junto con las fotografías, en el archivo de Campúa se conserva también una breve nota informativa, firmada por Víctor Babot, que reseñaba el recorrido de la procesión de San Isidro por las calles del centro de Madrid:

«A las siete de la tarde saldrá la tradicional procesión que recorrerá las calles de Toledo, Tintoreros, Puerta Cerrada y Sacramento, cantándose una salve ante la virgen de la Almudena, patrona de Madrid en el atrio de su iglesia. Continuará el cortejo por la calle Mayor, Ciudad Rodrigo y Plaza Mayor donde se hará la ofrenda de los frutos del campo por las muchachas de la Hermandad de la Ciudad y el Campo y continuará por la calle de Toledo a la Catedral donde se dará a besar la reliquia del Santo.

La ofrenda de frutos se celebrará durante la procesión en la Plaza Mayor. El grupo de danzas de la ciudad y el Campo ejecutará delante del Santo diversas danzas campesinas de la Edad Media»

Pero, además de las fiestas religiosas, Campúa también retrató otros eventos que se celebraban en Madrid en torno a las fiestas del santo patrón, como el premio internacional de motocicletas y de motos con side-car que se celebró aquel año en el Parque del Retiro, en el circuito del Paseo de Coches. El ganador de la carrera de side-cars fue Jean Murti y los pilotos José Redruello y su «paquete» Manuel García protagonizaron una espectacular caída. Por su parte los vencedores de la prueba de 500 cc. fueron Pagani, oampeón del mundo y Aranda y Ortuetaclasificados en segundo y tercer lugar.

Cartel de las fiestas de San Isidro en Madrid en 1969

Cartel de las fiestas de San Isidro en Madrid en 1969

Una visión distinta de las fiestas madrileñas, casi dos décadas más tarde, la encontramos en el archivo de José Demaría Vázquez «Campúa» con su reportaje de 1969, año en el que el pregón fue leído por Enrique de Aguinaga, cronista de la Villa, desde el balcón de la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor de Madrid. Al terminar el pregón una gran «mascletá» organizada por la Pirotecnia Bosch, llenó la plaza de ruido y humo. Al acto asistió, además, el escuadrón de la Policía Municipal de gala que ofreció un concierto con desfile de gigantes y cabezudos, del que no se conservan fotografías.

Otto Skorzeny ante la cámara de Campúa: un nazi en Madrid

Pasaporte de Otto Skorzeny emitido en Madrid en el que figura su domicilio en la Avenida de José Antonio, 44 (actual Gran Vía)

Pasaporte de Otto Skorzeny emitido en Madrid en el que figura su domicilio en la Avenida de José Antonio, 44 (actual Gran Vía)

Entre los personajes que retrató José Demaría Vázquez «Campúa» se encuentra también Otto Skorzeny (Viena, 1908-Madrid, 1975), ingeniero y coronel austríaco de las Waffen-SS, que estuvo al mando de la unidad Friedentahler y ejerció como especialista en operaciones especiales a las órdenes de Adolf Hitler. Fue conocido como el hombre más peligroso de Europa y, entre diversos hechos se le atribuye el haber rescatado a Mussolini de su secuestro en 1943 y también el haber asesinado al científico Nikola Tesla.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Skorzeny logró huir con ayuda de algunos excompañeros de las SS y, tras una primera parada se trasladó a Buenos Aires, donde se dice que ejerció como asistente de Juan Domingo Perón y como guardaespaldas de su esposa, Eva Perón.

Otto Skorzeny en Madrid, fotografiado por Campúa en 1958

Otto Skorzeny en Madrid, fotografiado por Campúa en 1958

Más tarde se establecería durante un tiempo en Irlanda y, desde allí, haría constantes viajes a España donde establecería finalmente su residencia. En Madrid viviría durante dos décadas, hasta su fallecimiento y en la capital española llevaría una vida aparentemente normal, aunque existen documentos que afirman que durante esos años fue uno de los principales agentes de ODESSA, una red de colaboración integrada por antiguos miembros de las SS que se ocupaba de facilitar la huída de nazis hacia América Latina. En 1970 concedió una entrevista a Antonio Alférez para el diario ABC en la que afirmaba:

«Yo no soy ningún refugiado político. Estoy en España simplemente porque me gusta. España es mi segunda patria y aquí terminaré mi vida».

El ex coronel nazi Otto Skorzeny en un kiosko de prensa en Madrid. Foto realizada por Campúa en 1958

El ex coronel nazi Otto Skorzeny en un kiosko de prensa en Madrid. Foto realizada por Campúa en 1958

Durante esos años en Madrid, Campúa le retrató en algunas ocasiones, entre las que destaca un reportaje en el que se mostraba la vida aparentemente normal que el ex coronel nazi llevaba en la ciudad. Las fotos le retratan al volante de un coche, viendo la prensa en un kiosko, tomando el autobús en la Plaza de Ruiz de Alda, actual Glorieta de López de Hoyos o recibiendo a una señorita en lo que parece ser su casa en Madrid, una vivienda similar a las que se conservan hoy en el barrio de El Viso -pese a que en su pasaporte figuraba la Avenida de José Antonio cómo lugar de residencia.

En una de las imágenes aparece también el periodista Víctor de la Serna, lo cual indica que posiblemente las fotografías fueron tomadas para ilustrar una entrevista o reportaje realizado por él a Otto Skorzeny. En el archivo del nazi, vendido en Estados Unidos hace algunos años, figuran entre otros documentos dos recomendaciones de visados firmadas por de la Serna dirigidas a diplomáticos españoles en Alemania.

Otra de las ocasiones en las que Campúa retrató a Otto Skorzeny fue con motivo de una conferencia ofrecida por éste último en el Instituto Nacional de Industria sobre el tema «Diques flotantes» el 19 de marzo de 1958.

Una de las imágenes fue publicada como fotonoticia abriendo la portada del diario La Vanguardia el 21 de marzo de 1958, destacando en su pie que Skorzeny fue el responsable de la liberación de Mussolini.

Cabecera y fotonoticia de La Vanguardia con el pie: MADRID.- Otto Skorzeny, el oficial alemán que liberó a Mussolini de su prisión, pronuncia una conferencia en el Instituto Nacional de Industria sobre el tema "Diques flotantes".

Cabecera y fotonoticia de La Vanguardia con el siguiente pie:
MADRID.- Otto Skorzeny, el oficial alemán que liberó a Mussolini de su prisión, pronuncia una conferencia en el Instituto Nacional de Industria sobre el tema «Diques flotantes».

José Demaría Vázquez «Campúa» en el Berlín de postguerra, un reportaje y un misterio que resolver

El 2 de mayo de 1945 el General Helmuth Weidling, último comandante nazi alemán de Berlín, se rendía con el resto de sus tropas, dos días antes Adolf Hitler se había suicidado y seis días después se daría por terminada la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento gran parte de Berlín se encontraba en ruinas. Más de 600 mil viviendas habían sido reducidas a escombros y apenas quedaba en la ciudad poco más de la mitad de su población original. También habían quedado seriamente dañados algunos de los principales edificios de la capital: el Palacio del Kaiser, la catedral, el Palacio de los Deportes, la histórica Puerta de Brandenburgo…

Las siguientes fotografías figuran en el archivo de Pepe Campúa sin que en ellas se haya encontrado la fecha exacta, consignadas solamente como «Berlín después de la Segunda Guerra Mundial, 1945». Tampoco se ha encontrado aún de ellas un registro de hemeroteca que permita saber si fueron publicadas y en qué días, por lo que es posible que sean inéditas.

Fotografía con la siguiente leyenda en el reverso: "Berlín Oriental, restos del Palacio Real o del Kaiser", con sello del estudio de Campúa en Bárbara de Braganza (con lo cual fue positivado a partir de 1949, año en la que el fotógrafo empieza a trabajar en esta sede)

Fotografía con la siguiente leyenda en el reverso:
«Berlín Oriental, restos del Palacio Real o del Kaiser»
con sello del estudio de Campúa en Bárbara de Braganza, lo cual indica que pudiera haber sido positivado a partir de 1949, año en la que el fotógrafo empieza a trabajar en esta sede.

Resulta paradójico que, durante el año en que acabó la Segunda Guerra Mundial, el fotógrafo se encontraba bajo pena de reclusión menor, tras haber sido juzgado en 1942 por el Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo, que le condenó acusado de haber pertenecido a una logia masónica.

Al encontrarse en reclusión menor, Pepe Campúa tenía que solicitar permiso para salir de la ciudad de Madrid y así lo hizo, según consta en los archivos del Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), para ir cinco días primero y quince días después a San Sebastián en octubre de 1943; veinticinco días en agosto de 1944 para ir a Cestona y San Sebastián; y seis meses a partir de junio de 1946 para viajar por motivos de trabajo a EE.UU. y Reino Unido. No figura, por tanto, entre dichos permisos ninguno para viajar en 1945 a Alemania (el viaje, por los clichés existentes, incluyó al menos Berlín y Munich). Esto puede deberse a que no se conserven todos los documentos en el CDMH, a que el permiso se concediera por otra vía, al improbable caso de que Campúa viajase sin autorización o a la posibilidad de que las fotos no sean de su autoría, pese a encontrarse en su archivo, aunque algunos rasgos de la composición van en la línea de otras de sus obras.

Con la información de la que disponemos actualmente no es posible determinar cuál de esas circunstancias se dieron, pero sería a partir del 23 de julio de 1946 cuando el Consejo de Ministros le conmutaría la pena de reclusión menor por la de inhabilitación y separación para cargos políticos y sindicales, así que otra posibilidad es que el viaje sea posterior a esa fecha, a partir del momento en que Pepe Campúa pudo volver a viajar libremente, como lo hizo a menudo durante los años 50 y 60 por Alemania y el resto de Europa.

Miguel de Unamuno una figura escasamente representada en la obra de los Campúa

No son muchas las fotografías de las que se conserva registro en las que Campúa -padre o hijo- retrataran a uno de los grandes literatos y pensadores de la España de principios de siglo XX. Inmortalizado en decenas de ocasiones por los grandes fotógrafos de la época -Alfonso, Díaz Casariego, Combau, Cortés…- no existen, sin embargo, registros representativos de que el Miguel de Unamuno posara para José L. Demaría López o José Demaría Vázquez. Ni siquiera cuando José María Carretero «El Caballero Audaz» le entrevistó para La Esfera en enero de 1924 fue acompañado de Campúa padre quien era su fotógrafo habitual para la sección «Nuestras visitas».

Resulta difícil saber a qué se debe esta ausencia cuando, a buen seguro, Campúa padre y Unamuno -ambos colaboradores de La Esfera– debieron coincidir en diversos actos y más aún cuando en Mundo Gráfico se publicaron en los años treinta numerosas fotografías del pensador bilbaíno tanto en funciones de diputado como nombramientos y

Portada de Mundo Grafico, revista dirigida por Campúa padre, publicada el 3 de octubre de 1934

Portada de Mundo Grafico, revista dirigida por Campúa padre, publicada el 3 de octubre de 1934

actos de homenaje. Cabe destacar la portada que la revista -dirigida en aquel entonces por José L. Demaría López, «Campúa» padre- dedicó a Miguel de Unamuno el 3 de octubre de 1934, con motivo de la jubilación del entonces rector de la Universidad de Salamanca. Con fotografía de Alfonso, el texto editorial de aquella portada reseñaba con patente admiración:

España se ha inclinado en estos días reverentemente ante la figura prócer de don Miguel de Unamuno. Los setenta años gloriosos del gran profesor han podido contemplar cómo las mas altas representaciones de nuestro país han colaborado en este homenaje que han tenido por fondo el dorado y amado paisaje de la tierra salmantina, escenario de los sueños mejores y los mejores trabajos de don Miguel. He aquí a Unamuno- su nombre más allá del tiempo y del espacio, no necesita ya adjetivos– durante la lectura del magistral discurso en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.

Recogemos a continuación, sin embargo, algunas de las escasas ocasiones en las que los Campúa retrataron a Miguel de Unamuno en el desarrollo de su actividad como personaje público de relevancia en la política y las letras en España.

Unamuno retratado por Campúa padre durante un discurso en la Plaza de Toros de Las Ventas en 1917

Unamuno retratado por Campúa padre durante un discurso en la Plaza de Toros de Las Ventas en 1917

La primera de las fotografías de las que se encuentran referencias data del 30 de mayo de 1917 y es, por tanto, de Campúa padre. Apareció en una crónica publicada por Mundo Gráfico bajo el título «Los oradores perorando», sobre un mitin celebrado en la Plaza de Toros de las Ventas en el que intervinieron Alejandro Lerroux, Melquiades Álvarez, Emilio Menéndez Pallarés, Andrés Ovejero y Miguel de Unamuno, entre otros ante un público de 18.000 personas. El pie original de la imagen detallaba:

D. Miguel de Unamuno en el momento de pronunciar uno de los más elevados conceptos de su peroración.

La siguiente fotografía, también de Campúa padre, se publicó con motivo de un homenaje a Benito Pérez Galdós, Mariano de Cavia y Miguel de Unamuno en el Hotel Palace de Madrid. Los tres homenajeados, al igual que Campúa, colaboraban con las distintas publicaciones del grupo Prensa Gráfica y a ellos se rindió reconocimiento desde la intelectualidad madrileña como acto de protesta frente a la censura que habían sufrido sus textos. La crónica, que se publicó en Mundo Gráfico el 16 de octubre de 1918, detallaba:

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Página de Mundo Gráfico publicada el 17 de octubre de 1918 con la crónica del homenaje a Galdós, Cavia y Unamuno

De grandioso, sin temor a hipérbole exagerada, puede calificarse el acto celebrado en el Palace Hotel el domingo 13 de octubre. […] para protestar contra los desmanes de la censura. Más de 500 comensales sentáronse en torno del maestro de la novela española, del maestro de la filosofía española y del insigne periodista, donde se ha simbolizado en estos momentos la libérrima voluntad del pensamiento en España. […] La redacción en pleno de Prensa Gráfica tuvo la alegría de asistir a este acto, que consideramos necesario y esperamos no sea estéril. [Un homenaje que] tuvo la eficacia de colocar a Miguel de Unamuno en el relevante puesto que siempre mereció y que no siempre se le ha concedido.

En esta crónica se publicaron sendos retratos de los tres homenajeados, entre ellos Miguel de Unamuno cuando residía en Madrid en la Residencia de Estudiantes. Esta fotografía realizada por José L. Demaría López, Campúa padre, sería utilizada en sucesivas ocasiones por la editorial Prensa Gráfica. Entre ellas un reportaje sobre el fin del exilio de Unamuno, que se publicó en Nuevo Mundo el 14 de febrero de 1930 y otro en Mundo Gráfico el  1 de agosto de 1934.

 

Retrato de Unamuno realizado por Campúa padre en 1918

Retrato de Unamuno realizado por Campúa padre en 1918 y que sería utilizado en diversas publicaciones de Prensa Gráfica.

Años más tarde sería Campúa hijo quien retrataría a Unamuno, en el marco de una gira de mítines realizada por Niceto Alcalá-Zamora de la que la Mundo Gráfico daba cuenta el 30 de marzo de 1932. La revista hablaba del «Triufal recibimiento hecho por el pueblo de Murcia al presidente de la República Española». A modo de fotonoticia, las páginas relataban la visita oficial de Alcalá zamora, que entró junto al alcalde de Murcia, entre aclamaciones a la ciudad alicantina. Miguel de Unamuno le acompañaría en el balcón del Ayuntamiento, desde donde presenciaron un desfile de banderas.

Reportaje publicado en Mundo gráfico el 30 de marzo de 1932 con fotografías de José Demaría Vázquez "Campúa"

Reportaje publicado en Mundo Gráfico el 30 de marzo de 1932 con fotografías de José Demaría Vázquez «Campúa»

Unamuno junto a Alcala-Zamora retratados por Campua hjo durante un acto en Francia.

Fotografía del reportaje de José Demaría Vázquez, Campúa hijo, en el que Unamuno aparece junto a Alcala-Zamora durante un acto en Murcia.

En aquella época Miguel de Unamuno (Bilbao, 29 de septiembre de 1864 – Salamanca, 31 de diciembre de 1936) era rector de la Universidad salmantina y, además, se había presentado a las elecciones a Cortes y había sido elegido diputado como independiente por la candidatura de la coalición republicano-socialista en Salamanca. En 1933 decidió no optar a la reelección y al año siguiente se jubiló de su actividad docente y fue nombrado Rector vitalicio. Al iniciarse la guerra civil, apoyó inicialmente el alzamiento del bando franquista pero a los pocos meses se retractó de este apoyo y, tras algunos incidentes pasó sus últimos días bajo arresto domiciliario, en un estado, en palabras de Fernando García de Cortázar, de «resignada desolación, desesperación y soledad».

Sofía Loren ante la cámara de Campúa

La actriz Sofía Loren, que recientemente ha celebrado su 80 cumpleaños, visitó en varias ocasiones Madrid con motivo del rodaje de películas como El Cid en 1961 o La caída del Imperio Romano en 1963, ambas de Anthony Mann. Pero la primera de esas visitas fue en febrero 1956 y la actriz italiana tuvo un gran recibimiento en Madrid por parte de la prensa y el público. El motivo del viaje -que también incluyó una visita a Barcelona-, según señalaba La Vanguardia el 19 de febrero de 1956, era reunirse con Stanley Kramer para intercambiar impresiones acerca de su actuación en la película Orgullo y pasión que también rodaría en España meses más tarde al lado de Cary Grant y Frank Sinatra.

«En Madrid, donde recibirá a los representantes de la prensa española y corresponsales de toda la prensa europea y americana, coincidirá con el famoso interviurador de la televisión norteamericana Ed Sullivan el cual realizará un reportaje dedicado especialmente a los preparativos de la película», relataba el diario.

De aquella visita se conservan las siguientes fotografías de José Demaría Vázquez «Campúa» que en la época trabajaba como reportero cubriendo la actualidad tanto de la política como de la sociedad y el espectáculo.

Sofía Loren retratada por Campúa en febrero de 1956 a su llegada al aeropuerto de Madrid

Sofía Loren retratada por Campúa en febrero de 1956 a su llegada al aeropuerto de Madrid

El No-Do, único noticiario audiovisual de la época, también dio noticia de la visita de Sofía Loren a Madrid

El No-Do, único noticiario audiovisual de la época, también dio noticia de la visita de Sofía Loren a Madrid

Cuando las estrellas de Hollywood llegaban a Madrid era habitual que los periodistas y fotógrafos las recibieran en el aeropuerto de Barajas y que luego ofrecieran una rueda de prensa, frecuentemente en el hotel Castellana Hilton que había sido inaugurado en 1953 por el propio Conrad Hilton y un elenco de artistas de la gran pantalla.

El Madrid de Campúa (X): La verbena de San Antonio

La verbena de San Antonio es una tradición con siglos de historia en Madrid y José Demaría Vázquez «Campúa», como testigo constante de la vida de la ciudad, también tuvo oportunidad de fotografiar su ambiente. Las mujeres ataviadas con el traje típico madrileño, las modistillas con mantones y claveles, los puestos ambulantes y las atracciones eran noticia en los diarios madrileños. La tradición lleva aún hoy en día a las mujeres solteras a la ermita de San Antonio el 13 de junio a depositar trece alfileres en la pila bautismal de la ermita -en una costumbre que se dice iniciaron las modistillas en el siglo XIX- e introducir la mano en ella. Al sacar la mano se comprueba el número de alfileres que se han clavado en la palma para saber cuántos novios se tendrán en los doce meses siguientes.

Junto a la tradición de los alfileres, se llevaban a cabo otras costumbres como la bendición de los panecillos o «Pan del Santo» y la verbena se llenaba en los días en torno al 13 de junio de diferentes puestos ambulantes que aprovechaban la afluencia de gente: barquilleros, fruteros, aguadores, buñoleros… El baile del chotis y la comida típica eran las señas de identidad de la verbena, cuya celebración se suspendió durante cinco años durante la Guerra Civil pero que continuó después y ha ido evolucionando. En la actualidad, por ejemplo, no son 13 alfileres los que se arrojan, sino que la pila bautismal está llena de ellos.

A continuación recogemos uno de los reportajes sobre esta tradición madrileña que Pepe Campúa realizó en 1952 para diario Informaciones. Según el recorte que se guarda en el propio archivo, sólo una de las imágenes fue publicada -la que retrata a unos vendedores de botijos agasajando a dos chulapas-, por tanto, el resto podrían ser inéditas a falta de encontrar otras referencias de hemeroteca.

Recorte de prensa de Informaciones sobre la verbena de San Antonio en 1952 ilusrado con una fotografía de Campúa

Fotonoticia en Informaciones sobre la verbena de San Antonio en 1952 ilustrada con una instantánea de Campúa. El recorte de prensa refleja el ambiente de la época: «el humo acre de los churros, el aristón antiguo de los ‘caballitos’, los pregones de flores y botijos: el buen tópico madrileño de la verbena se presentó anoche con toda puntualidad». El artículo hace alusión a la fotografía, refiriéndose a «los bonitos rostros de las madrileñas verbeneras que ha captado el fotógrafo»

Raquel Meller, Campúa padre y un reportaje sin firmar

Retrato de Raquel Meller firmado por Campúa -posiblemente realizado por Campúa hijo-, publicado en Mundo Gráfico en mayo de 1921

Retrato de Raquel Meller firmado por Campúa -posiblemente realizado por Campúa hijo-, publicado en Mundo Gráfico en mayo de 1921

 

Raquel Meller (Tarazona, Zaragoza, 1888 – Barcelona, 1962), fue una de las actrices y cantantes más reconocidas en los inicios del siglo XX en España. En dicho ámbito del espectáculo, la artista coincidió a menudo con José Luis Demaría López, Campúa padre, quien la fotografió en diversas ocasiones y trabajó con ella en montajes teatrales en la escena madrileña durante su época como empresario.

«La reina de las cancionistas» -como la denominó Mundo Gráfico al publicar un retrato suyo a página completa realizado por Campúa en mayo de 1921-, mantuvo una estrecha amistad con el fotógrafo y empresario. Existen referencias de que asistieron juntos a corridas de toros y espectáculos, además de las obras que, en el Teatro Maravillas, entre otras salas, representó la cantante como parte de la compañía de Campúa.

En concreto, en la memoria popular se recuerda que el nombre de dicha sala teatral se debió a ella, tal y como recogía Julián Cortés-Cabanillas en un perfil biográfico de Meller publicado en ABC el 17 de marzo de 1960 bajo el título «Raquel Meller, embajadora de España», al relatar la primera vez que Alfonso XIII fue a verla actuar:

Y al entrar, para dar las gracias en el palco de don Alfonso XIII, la emoción fue mutua. Al despedirse el Rey del empresario que era el viejo Campúa, le dijo estas palabras:
– Ha sido una noche inolvidable. ¡Qué maravilla de artista y qué maravilla de teatro!
Desde entonces, el teatro se llamó de Maravillas y desde entonces Raquel fue una constante, fervorosa y apasionada admiradora de don Alfonso.

La relación entre el empresario teatral y la artista, por tanto, fue frecuente y tanto el padre como el hijo la admiraron y retrataron varias veces en los escenarios. Recogemos en esta ocasión, sin embargo, unas fotografías de Raquel Meller en un escenario más íntimo. Imágenes que aparecieron sin firmar en Mundo Gráfico el 5 de octubre de 1921, cuando Campúa padre llevaba apenas cinco meses dirigiendo la revista, un reportaje sobre las vacaciones estivales de la cantante.

Reportaje "El veraneo de Raquel Meller" publicado en Mundo Gráfico. El pie de foto señala que la reina de la canción española había pasado en el campo los días estivales junto con su esposo el escritor Enrique Gómez Carrillo.

Reportaje «El veraneo de Raquel Meller» publicado en Mundo Gráfico.
El pie de foto señala que la reina de la canción española había pasado en el campo los días estivales junto con su esposo el escritor Enrique Gómez Carrillo.

Casi un siglo después el archivo de Campúa nos permite descubrir que aquellas fotos sin firmar de Raquel Meller en la intimidad de sus vacaciones fueron tomadas por José Luis Demaría López «Campúa» padre, al encontrarse los originales y dado que Campúa hijo se encontraba en aquellos meses cubriendo la guerra de Marruecos y sus fotos de la cobertura bélica aparecen firmadas por él en el mismo número de la revista.

En una de las imágenes -tomada posiblemente por uno de los acompañantes, amateur de la fotografía- puede verse al propio Campúa padre, descansando plácidamente en un jardín junto a Meller en un ambiente familiar. Unas fotos bucólicas que reflejan la magnética y polifacética personalidad de Raquel Meller. Unas fotos sin firma que, sin embargo, ahora sabemos que tuvieron un autor.

 

 

El Festival de Eurovisión de 1969 en Madrid, ante la cámara de Campúa

En 1969 el Festival de Eurovisión se celebró en el Teatro Real de Madrid, gracias a que el año anterior Massiel había ganado el certamen con su canción «La, la, la». Aquella fue la primera y única vez hasta el momento que el célebre festival musical europeo se celebró en España.

Presentado por Laura Valenzuela -entonces más conocida por Laurita- en esta edición se dio por primera vez el hecho inédito de que empataran cuatro representantes: Salomé -actuó con un vestido firmado por Pertegaz que pesaba 14 kilos- con «Vivo cantando» por España, la británica Lulu con el tema «Boom Bang-a-Bang», la holandesa Lenny Kuhr con «De troubadour» y Frida Boccara por Francia con «Un jour, un enfant».

José Demaría Vázquez, «Campúa» cubrió como fotógrafo las celebraciones en torno al festival, las actuaciones y las votaciones de aquel 29 de marzo de 1969. En la siguiente galería de imágenes recogemos algunas de las instantáneas con las que el fotógrafo la celebración del festival en Madrid, de las que por el momento no se han encontrado referencias de publicación en hemeroteca. La celebración del festival en sábado por la noche y el hecho de que La Vanguardia -periódico para el que trabajaba habitualmente Campúa en aquel tiempo- no tenía edición los lunes, pudo causar que las fotos no se publicasen ya que aquel martes la portada de dicho diario iba dedicada al 30º aniversario de la proclamación del régimen franquista, con un retrato de Franco firmado por Campúa. De hecho, en aquel año, Austria no participó en el Festival de Eurovisión como forma de expresar su boicot ante la dictadura española.

 

 

 

El Madrid de Campúa (IX): La Semana Santa

Artículo publicado el 16 de abril en el diario Informaciones que Pepe Campúa guardaba junto con uno de sus reportajes de Semana Santa

Artículo publicado el 16 de abril en el diario Informaciones que Pepe Campúa guardaba junto con uno de sus reportajes de Semana Santa

Testigo de la vida y las costumbres de la España de postguerra, José Demaría Vázquez «Campúa» fotografió en numerosos momentos las procesiones y celebraciones de la Semana Santa, durante finales de los años 40 y la década de los 50, tanto en Madrid como en otras capitales.

Recogemos a continuación algunos de sus reportajes en procesiones emblemáticas como la de Jesús de Medinaceli, el Santo Entierro, el Cristo del Gran Poder o la procesión del Silencio. Los penitentes y nazarenos, las mujeres vestidas con sus mantillas, los niños y niñas participando en las celebraciones, muestran la devoción popular que tenían en aquellos tiempos las procesiones y las tradiciones de Semana Santa.

Semana Santa en Madrid, fotografiada por Campúa en abril de 1953

Nazarenos en la Puerta del Sol durante la Semana Santa en Madrid, fotografiados por Campúa en abril de 1953

Jesús de Medinaceli

Una de las procesiones con mayor tradición en Madrid es la del Cristo de Medinaceli, que recorre las calles más céntricas y está organizada por la Archicofradía Primaria nacional de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Esta imagen del Cristo fue tallada en la primera mitad del siglo XVII en Sevilla y mide 1,73 metros de altura. Campúa fotografió su paso por la Puerta del Sol y las calles aledañas en numerosas ocasiones, como estas que recogemos de 1949 y 1950.

Procesión del silencio

La Cofradía del Silencio surgió en 1940 con el objetivo de recuperar las procesiones de Semana Santa en Madrid tras la guerra civil. En sus primeros años puso en marcha diversas actividades como un pregón, la Procesión de las Palmas del domingo de ramos, la Procesión del Rosario de Penitencia el miércoles santo y la Solemne Procesión del Silencio en la noche del viernes santo. Esta procesión del Silencio comenzaba habitualmente a las once de la noche y a la Hermandad de los Cruzados se le unían, en la Puerta del Sol, la mayoría de las cofradías y hermandades de la capital. Las imágenes de la galería siguiente corresponden a dicha procesión, que Campúa fotografió en el año 1950 y al Rosario de Penitencia celebrado el miércoles santo de 1958.

Otras procesiones y pasos

La cámara de Campúa también retrató otras de las procesiones más clásicas de la capital, como el Jesús del Gran Poder o el Santo Entierro. Pero, sobre todo, captó la tradición en torno a ellas, los nazarenos, las mujeres enmantilladas y el público que acudía a ver los pasos. En la galería siguiente recogemos algunas de estas fotografías, realizadas por Campúa en la Semana Santa de 1954.

Campanas de resurrección

Además de las procesiones, Campúa también realizó trabajos para ilustrar reportajes sobre otros momentos de la Semana Santa, como el sábado de Gloria. Para el diario Informaciones retrató así las campanas de la iglesia madrileña de San Manuel y San Benito, con el objetivo de ilustrar un artículo de Angulo.

Artículo publicado en Informaciones el 10 de abril de 1952 con foto de Campúa

Artículo publicado en Informaciones el 10 de abril de 1952 con foto de Campúa

El Madrid de Campúa (VIII): Domingo de ramos

La celebración del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, cuenta con una gran tradición en toda España y también en Madrid. Llevar las palmas y palmones a misa, comprar las «aleluyas» o cumplir aquello de «quien no estrena en domingo de ramos no tiene ni pies ni manos», eran costumbres integradas en la sociedad de la época.

Durante los años 50, José Demaría Vázquez «Campúa», atento a la vida y a los acontecimientos de la ciudad, captó con su cámara algunos momentos de esta fiesta tanto por las calles como en la puerta de algunas de las principales iglesias del centro de la capital. A continuación compartimos algunas de ellas.

Además de las escenas callejeras, Pepe Campúa durante los años de la dictadura también realizó numerosos reportajes de la celebración oficial del domingo de ramos en El Pardo. Éstas ocuparon la portada del diario La Vanguardia en varias ocasiones, junto a las fotografías de Pérez de Rozas, que ilustraban las celebraciones desde Barcelona donde el domingo de ramos cuenta también con una gran tradición y que en aquella época congregaba a miles de personas junto a la Sagrada Familia.

Portada de La Vanguardia el 27 de marzo 1956 que informa de la celebración del domingo de ramos en el Palacio del Pardo con foto de Campúa

Portada de La Vanguardia el 27 de marzo 1956 que informa de la celebración del domingo de ramos en el Palacio del Pardo con foto de Campúa

Portada de La Vanguardia el 13 de abril 1954 que informa de la celebración del domingo de ramos en el Palacio del Pardo con foto de Campúa

Portada de La Vanguardia el 13 de abril 1954 que informa de la celebración del domingo de ramos en el Palacio del Pardo con foto de Campúa