Pese a que sus orígenes estaban en Jerez de la Frontera -por parte de padre- y en Sevilla -por parte de madre-, José Demaría Vázquez «Campúa» siempre estuvo estrechamente ligado a la ciudad de Madrid.
Su primer estudio, durante los años cuarenta, lo tuvo en la calle más emblemática de la capital, la Gran Vía, que en aquel entonces se llamaba Avenida de José Antonio. Vivió en el barrio de Salamanca, en las calles de Velázquez, Hermosilla, Serrano y Diego de León en distintos periodos de su vida. Después de la guerra también tuvo residencia en la calle Orfila y en Conde de Aranda. Le encantaba ir al Parque del Retiro y tuvo casa también en el Paseo de Rosales, en la Glorieta de Ruiz de Alda (actual Glorieta de López de Hoyos) e incluso unos años vivió en un apartamento adosado a su propio estudio, el segundo que tendría, situado en Bárbara de Braganza, al lado del Paseo de la Castellana. Y sus últimos meses los pasaría en casa de su hija Esther, en el barrio de Argüelles.
Madrid fue el punto de partida de la mayoría de sus numerosos viajes pero, sobre todo, Madrid fue el lugar donde hacer reportajes callejeros, buscar escenas y sucesos que recoger con su cámara. A sus calles salía a fotografiar las nevadas, las lluvias, los acontecimientos y las gentes con su cámara de 35 mm pero también en ocasiones con máquinas de gran formato. A continuación recogemos una selección de dichos reportajes que, en su mayoría, fueron publicados en los años 50 en el diario Informaciones, con el que Pepe Campúa colaboraba en aquella época.

Cargando una cesta de Navidad cuesta arriba en calle Infantas con Plaza del Rey, reportaje sobre puestos navideños, 19 de diciembre de 1951
Estas fotos, publicadas en su mayoría en Informaciones, nunca fueron positivadas para otro uso, con lo cual solo vieron la luz en su época reproducidas con la calidad limitada que permitía la prensa diaria de aquel entonces. Por tanto, se publican en este blog por primera en su definición y calidad real. Un ejemplo de cómo eran publicadas aquella época puede comprobarse en el siguiente artículo que, como era habitual en su rutina de trabajo, Pepe Campúa guardó recortado junto con el negativo de la fotografía en su archivo fotográfico.
Interesntísimo amigo, te seguiré.